Desde hace más de una década, los salmantinos han...
mayo 23, 2024Desde hace más de una década, los salmantinos han disfrutado de los deliciosos cacahuates y garbanzos asados de don Juan Villagómez. Ubicado a pocos pasos del jardín principal de Salamanca, don Juan se ha convertido en una figura reconocida en la ciudad gracias a su dedicación y calidad en cada producto.
Temprana espera para los clientes
Desde tempranas horas de la mañana, don Juan se coloca con su anafre y comal, listo para recibir a sus fieles clientes. Su puntualidad y compromiso son admirados por aquellos que buscan un snack sabroso y saludable en su rutina diaria.
Reconocimiento de la clientela
Durante estos 13 años, don Juan ha ganado el reconocimiento de la comunidad salmantina. Su atención amable y sus productos frescos y bien preparados son elogiados por todos aquellos que lo visitan. No es raro escuchar a los clientes referirse a él como “el maestro de los cacahuates y garbanzos“.
Un negocio arraigado en la tradición
La tradición de asar cacahuates y garbanzos en Salamanca se remonta a generaciones atrás, y don Juan ha sabido mantener viva esta práctica con su esfuerzo y dedicación. Cada día, demuestra su pasión por su oficio y su compromiso con la calidad, lo que ha contribuido a su éxito continuo en el negocio.
Un deleite para el paladar
Los cacahuates y garbanzos asados de don Juan no solo son deliciosos, sino también saludables y nutritivos. Su técnica de asado en el comal les da a los productos un sabor único y una textura crujiente que los distingue de otros snacks disponibles en el mercado.
Un legado de sabor y calidad
Para don Juan, su negocio va más allá de simplemente vender cacahuates y garbanzos. Es una forma de preservar una tradición familiar y ofrecer a la comunidad un producto de calidad que deleite sus paladares. Su compromiso con la excelencia y la satisfacción del cliente lo han convertido en un ícono en Salamanca, y su legado continuará por muchos años más.
Fuente: Periódico Correo