En Guanajuato, una curiosa ruina ha intrigado a lugareños y visitantes durante años. Emergiendo de las aguas de la Presa El Palote, esta estructura ha alimentado leyendas urbanas y confusiones históricas. Muchos han creído erróneamente que se trata de un templo perdido en el tiempo, pero la realidad es más mundana.
Granero de una antigua hacienda: la verdadera identidad revelada
Contrario a las especulaciones, esta misteriosa edificación no es más que un granero de una antigua hacienda. La finca, que data del siglo XVIII, tenía un propósito principalmente comercial, dedicado a la venta de granos y la ganadería.
Una parcela de historia: la evolución de la hacienda
A lo largo de los años, la hacienda tuvo varios usos, siendo un componente crucial del paisaje agrícola regional. Su último propietario, Jesús Ramírez, la adquirió en 1921, tras los cambios que la Revolución Mexicana trajo al país.
El cambio de rumbo: de hacienda a reservorio de agua
Después de más de tres décadas de posesión, la finca fue expropiada para dar paso a la construcción de la Presa El Palote. En 1953, la presa se erigió como medida para controlar inundaciones y enfrentar sequías en la zona, sumergiendo la hacienda bajo las aguas del embalse.
Un misterio sumergido: la ruina resurge durante sequías
Ahora, la estructura solo resurge durante periodos de sequía, recordando su pasado como parte del paisaje terrestre. Aunque su identidad ha sido aclarada, el encanto y la intriga que rodean a la Presa El Palote continúan atrayendo la atención de aquellos que se aventuran a explorar sus misterios.
Con esta revelación, el misterio se disipa, pero la historia de la Presa El Palote se convierte en un testimonio fascinante de cómo el tiempo y la naturaleza pueden transformar y preservar la memoria de un lugar.
Fuente: Estado Luz Guanajuato
