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Hallazgos en ‘Campo de Exterminio’ en Jalisco: Entre la desesperación y la esperanza de familias de desaparecidos

Macabro descubrimiento revela la crueldad de la violencia en...

abril 23, 2025
Campo exterminio Jalisco desaparecidos

Macabro descubrimiento revela la crueldad de la violencia en México y reabre heridas de miles de familias.

Una mochila como símbolo de la desesperanza y la búsqueda

Para Irma González, una mochila gris en una fotografía desató una mezcla de desesperación y una tenue esperanza. Reconoció el objeto que su hijo Jossel Sánchez había llevado a la preparatoria y a su primer empleo antes de desaparecer hace tres años. Las imágenes de fragmentos de huesos y pertenencias halladas en un rancho en el occidente de México la confrontaron con una dolorosa pregunta: ¿Habría terminado su hijo en ese lugar? Con el corazón encogido, González se unió a las voces de innumerables familias mexicanas que claman por respuestas ante la desaparición de sus seres queridos.

A las afueras del rancho Izaguirre, en Jalisco, rodeada de campos de caña y lomas áridas, Irma González expresó el sentir de muchos: “Solo quiero encontrar a mi hijo, vivo o muerto”. Su llanto y súplica a las autoridades reflejan la angustia de quienes viven con la incertidumbre de no saber el paradero de sus familiares. Su dolor es el eco de la pena que embarga a un país marcado por la crisis de desapariciones.

Horror y hallazgos en el ‘Campo de Exterminio’ de Jalisco

El hallazgo del rancho a las afueras de La Estanzuela, cerca de Guadalajara, por voluntarios del grupo Guerreros Buscadores de Jalisco, reveló un escenario de violencia inimaginable. Dentro del lugar abandonado, encontraron hornos crematorios, restos humanos quemados y fragmentos de huesos, junto con pertenencias personales desechadas y cientos de zapatos. Este macabro descubrimiento se ha convertido en un símbolo más de la incesante violencia que azota a México.

Las cifras oficiales son escalofriantes: más de 120.000 personas han desaparecido en México desde 1962. Entre 2018 y enero de 2023, se registraron 2710 fosas clandestinas con restos humanos en todo el país. El llamado “campo de exterminio” en Jalisco, como lo han denominado los medios y grupos de búsqueda, podría ser operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación, utilizado para entrenar reclutas, torturar víctimas y deshacerse de sus cuerpos. Sin embargo, las autoridades aún no han precisado el número de víctimas ni se han identificado los restos.

Investigación con irregularidades y la búsqueda desesperada de identificación

El fiscal general de México, Alejandro Gertz, criticó la investigación inicial llevada a cabo por las autoridades locales, señalando irregularidades como la falta de aseguramiento adecuado del lugar tras su localización inicial por la Guardia Nacional. Ante estas deficiencias, la fiscalía general de la república, a petición de la presidenta Claudia Sheinbaum, ha tomado el control de la investigación.

Periodistas de The New York Times ingresaron al rancho, encontrando un terreno marcado por banderas amarillas que señalaban los puntos donde se hallaron pruebas. Un almacén vacío, donde se encontraron inicialmente ropa y zapatos, ahora solo albergaba tres gallinas y una vela solitaria. El suelo estaba cubierto de basura y fragmentos de cristal. Llantas semienterradas y alambre de púas marcaban la zona donde se cree que el cártel entrenaba a sus miembros. Pequeños agujeros en la tierra eran rastros de la labor de antropólogos forenses en busca de más restos.

Irma González finalmente pudo ingresar al rancho, solo para encontrar que las pruebas ya habían sido trasladadas. Su sentimiento fue agridulce: “Como madre siento alivio pero ya quiero dejar de sufrir”. La desaparición de su hijo, tras responder a una oferta de empleo en Puebla, la ha mantenido en una angustiosa búsqueda. La publicación de un catálogo con fotografías de objetos encontrados en el rancho la llevó a reconocer la mochila de Jossel, impulsándola a viajar a Jalisco en busca de respuestas y un posible atisbo de paz. Como ella, numerosas familias en todo México examinan con desesperación las imágenes, aferrándose a la esperanza de encontrar alguna señal de sus seres queridos desaparecidos.

Jalisco: Epicentro de la crisis de desapariciones en México

Aunque el hallazgo del rancho conmocionó al país, la noticia de fosas comunes y víctimas enterradas se ha vuelto habitual en Jalisco, el estado con el mayor número de desapariciones en México. Solo dos días antes del descubrimiento en el rancho Izaguirre, el grupo Guerreros Buscadores de Jalisco encontró 13 bolsas con restos humanos enterradas en el patio trasero de una propiedad en Guadalajara.
Raúl Servín, líder del grupo de búsqueda, se convirtió en buscador tras la desaparición de su hijo hace siete años. Aprendió las técnicas necesarias para encontrar fosas clandestinas y ahora dedica su tiempo a responder llamadas y excavar en busca de víctimas desaparecidas, encontrando cientos de cadáveres en su incansable labor por brindar algo de paz a las familias. Sin embargo, como él mismo expresa, un objeto como un zapato no ofrece el cierre que una familia necesita: “Un zapato no te da un cuerpo que puedas enterrar, sepultar e ir a visitar al panteón a platicarle. No te da claridad de qué le pasó a mi hijo”. Su hijo es una de las más de 15.000 personas desaparecidas en Jalisco, casos que se cree están relacionados en gran medida con la expansión territorial del Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que ha provocado un aumento exponencial en el número de homicidios y desapariciones en el estado. Para Ulises Ruiz, un fotógrafo local que presenció el hallazgo del rancho, las desapariciones en Jalisco se han convertido en una “pandemia”, afectando a un número creciente de personas y familias.

Fuente New York Times

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