El considerado líder del extinto Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo no podrá acceder a arresto domiciliario tras el rechazo de la demanda de amparo que interpuso un juez de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México.
“El Jefe de Jefes” interpuso este recurso para lograr sustituir la pena que enfrenta en prisión para lograrla en un confinamiento en su hogar, pero fue desechada la petición.
Al respecto, Félix Gallardo criticó al juez porque consideró que no valoró su precaria condición de salud y su avanzada edad, considerando que violó sus derechos humanos y fue discriminatorio.
Le dieron un plazo de cinco días para pedir revisión de su amparo, pero “El flaco” presentó fuera de tiempo la apelación.
Félix Gallardo agregó que padece de pérdida de visión en un ojo y cataratas en otro, mal funcionamiento de un oído, problemas de reflujo y antecedentes de micro infartos cerebrales y hernias. En ese sentido refirió que necesita cuidados médicos especiales a los que no tiene acceso siendo recluido.
Actualmente ha interpuesto al menos tres juicios de sustitución de la pena de prisión para terminar de purgar su condena de 37 años en un domicilio de la colonia Paseos del Sol en Zapopan, Jalisco.
El tema cobró relevancia nacional a principios de diciembre, cuando el director general del Sistema de Prevención y Reinserción Social del estado de Jalisco, Antonio Pérez Juárez, dijo que: “el señor Félix Gallardo está preparado y jurídicamente merece una reclusión domiciliaria”.
Andrés Manuel López Obrador señaló en su conferencia matutina que si la autoridad otorga la libertad a Félix Gallardo por su mayoría de edad, él no se opondría, “en su caso si se termina de revisar este asunto, que corresponde a la Fiscalía, de que no tiene ya ningún pendiente porque ya cumplió con estar en la cárcel durante algún tiempo, que, si ya tiene derecho a salir, yo no me opongo a eso”.
El presunto líder del narcotráfico de 75 años, lleva 32 años en prisión; pero le faltan cinco años para su condena por el homicidio del agente de la DEA, Erique “Kiki” Camarena Salazar.