Las autoridades mexicanas buscan acuerdos diplomáticos con países latinoamericanos para gestionar las próximas deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump, según informó la presidenta Claudia Sheinbaum este 26 de diciembre de 2024.
El canciller Juan Ramón de la Fuente mantiene diálogos con naciones centroamericanas para facilitar la repatriación directa de migrantes a sus países de origen, evitando que México se convierta en punto intermedio de las deportaciones.
Las estadísticas migratorias revelan que México detectó más de 925,000 migrantes irregulares entre enero y agosto de 2024, un incremento del 132% respecto al año anterior.
Los mexicanos representan aproximadamente la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Las remesas enviadas constituyen casi el 4% del PIB mexicano, con una proyección récord de 65,000 millones de dólares para este año.
Tom Homan, designado como ‘zar de la frontera’ por Trump, anunció que implementarán la detención de familias migrantes a partir del 20 de enero. El plan incluye centros de detención con carpas para adultos y menores.
Aunque el flujo migratorio en la frontera estadounidense disminuyó un 75% desde diciembre de 2023, las autoridades mexicanas se preparan para posibles deportaciones masivas tras la llegada de Trump a la presidencia.
La administración de Sheinbaum prioriza la atención a mexicanos deportados, mientras mantiene su compromiso de solidaridad con migrantes latinoamericanos. El gobierno mexicano insiste en que Estados Unidos realice las deportaciones directamente a los países de origen.
Las nuevas políticas migratorias de Trump no considerarán excepciones para familias con hijos nacidos en territorio estadounidense, dejando a los padres la decisión de llevar consigo a los menores o dejarlos en Estados Unidos durante la deportación.
Vía: DW
