A pesar de la competencia de los supermercados, que iniciaron la venta de pan de muerto desde septiembre, las panaderías tradicionales de León han comenzado a hornear este dulce típico de Día de Muertos con mayor intensidad en las últimas semanas.
En el emblemático Barrio de San Juan de Dios, uno de los negocios más populares abrió sus puertas este lunes, atendiendo a una clientela fiel que año con año espera con ansias este manjar. Según una empleada de una panadería ubicada en la calle Centenario, los precios varían dependiendo del tamaño, oscilando entre los $9 y los $45 pesos.
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“El pan de muerto es una tradición que nos une como mexicanos y en León no podía ser la excepción”, comentó la trabajadora. Y es que este dulce, que suele acompañarse con café o leche, se ha convertido en un elemento indispensable en los altares de muertos.
En el Barrio de San Miguel, otro panadero destacó la importancia de los detalles en la elaboración del pan de muerto. “Las tiras de masa que decoran el pan representan los huesos, las lágrimas y el cráneo, elementos fundamentales en esta ofrenda”, explicó.
La creciente demanda de pan de muerto ha llevado a los panaderos a trabajar arduamente para satisfacer a sus clientes. “Muchas veces se nos agota el pan, así que tenemos que hornear más y más cada día”, afirmó un panadero.
Aunque los supermercados ofrecen una amplia variedad de pan de muerto, los consumidores siguen prefiriendo el sabor y la tradición de las panaderías locales. Y es que, para muchos, el pan de muerto es mucho más que un simple dulce; es un símbolo de la conexión con nuestros seres queridos que ya no están.
Con la llegada de noviembre, las panaderías de León se llenan de un aroma inconfundible que nos transporta a las tradiciones de nuestros antepasados. Y es que, a pesar del paso del tiempo, el pan de muerto sigue siendo uno de los productos más vendidos en esta época del año.
Fuente: Zona Franca
