La Plaza de las Ranas Guanajuato símbolo de la identidad local, se consolida como punto clave, pero muestra un notable deterioro en su escultura central.
La Plaza de las Ranas es una de las entradas simbólicas más reconocibles de Guanajuato capital, actuando como un referente urbano para locales y visitantes. Su nombre rescata la interpretación del topónimo “Guanajuato”: “lugar de ranas”. Las esculturas de este anfibio que adornan el espacio funcionan como un punto de convergencia donde la memoria histórica y la vida cotidiana se encuentran, reafirmando la identidad de la ciudad.
En 2019, la plaza fue objeto de una transformación significativa. Se instaló una moderna fuente de aguas danzarinas con iluminación y sonido sincronizados. Además, se renovó el mobiliario urbano, el piso y se agregaron luminarias de estilo colonial, convirtiéndola en un atractivo nocturno y un espacio más funcional para la recreación.
Corazón cultural y punto de encuentro masivo
La plaza se ha convertido en un escenario habitual para la vida social y cultural de Guanajuato. Es un sitio estratégico de convivencia, especialmente durante eventos de gran envergadura como el Festival Internacional Cervantino. Miles de personas circulan por el lugar en temporadas altas, utilizándolo también como sede para campañas comunitarias y actividades municipales, lo que subraya su papel como punto clave en el tejido urbano.
Este dinamismo, sin embargo, ha generado consecuencias negativas. La escultopintura central de las ranas, compuesta por piedras de río, ha sufrido un deterioro notable debido al constante flujo de visitantes, los eventos masivos y la ausencia de mantenimiento sistemático.
El deterioro de un emblema identitario
El daño en la escultura de las ranas es motivo de preocupación. Se estima que más del 40% de estas piezas de piedra ha sido afectada. Esta pérdida no es solo estética, sino que representa la erosión de un símbolo profundamente arraigado en la identidad local de Guanajuato. El desgaste físico de la Plaza de las Ranas Guanajuato símbolo refleja un reto en la gestión del patrimonio.
Aunque se han anunciado en varias ocasiones proyectos de rehabilitación que incluyen la renovación del piso y el rescate de las esculturas, su ejecución se ha pospuesto repetidamente. La falta de continuidad en el mantenimiento deja a la plaza en un estado intermedio: sigue siendo funcional y concurrida, pero marcada por una necesidad evidente de cuidado constante. La preservación de estos espacios públicos debe ser una labor continua, pues son el espejo de la comunidad que los habita y un acto esencial de resguardo de la memoria colectiva.
Fuente TV Guanajuato
