Descubre la magia de las tradicionales posadas en Guanajuato Capital celebradas en el Templo de la Compañía.
Las posadas en Guanajuato Capital han comenzado oficialmente con una de las celebraciones más emblemáticas y concurridas de la temporada decembrina. El Templo del Oratorio de San Felipe Neri, popularmente conocido como La Compañía, se ha transformado nuevamente en el epicentro de la fe y la convivencia comunitaria. Cientos de fieles se dan cita en este recinto histórico para revivir una tradición que combina la devoción religiosa con el júbilo popular que caracteriza al estado.
Bajo la guía del padre Alejandro León y con el respaldo activo de la comunidad parroquial, esta festividad logra congregar a más de 200 personas en cada jornada. El evento no solo atrae a los residentes locales, sino que se ha consolidado como un punto de encuentro para familias que buscan preservar las costumbres más profundas de la región durante el mes de diciembre.
Liturgia y cantos en las posadas en Guanajuato Capital
El programa de actividades en el Templo de la Compañía sigue un orden riguroso que garantiza la esencia espiritual de la festividad. Las celebraciones inician puntualmente a las 7 de la noche con la celebración eucarística, seguida por el rezo del rosario y la novena. Estos momentos de reflexión preparan el ambiente para la tradicional petición de posada, donde los cantos y las luces de las velas crean una atmósfera de solemnidad y unión entre los asistentes.
La participación de las nuevas generaciones es un pilar fundamental para la continuidad de estas prácticas. Testimonios como el de Fernanda, una adolescente que asiste fielmente desde hace cinco años junto a su madre, reflejan el impacto emocional de la festividad. Para los jóvenes, la mezcla de la liturgia religiosa con los elementos festivos, como los cantos tradicionales, representa una experiencia que fortalece su identidad cultural y sus lazos familiares.
Piñatas y aguinaldos para la convivencia comunitaria
La organización de las posadas en Guanajuato Capital requiere un esfuerzo logístico considerable por parte de los voluntarios. En cada jornada se rompen al menos siete piñatas, las cuales se asignan estratégicamente por rangos de edad. Esta medida busca garantizar que todos, desde los niños más pequeños hasta los adultos, puedan participar en el festejo de manera segura y ordenada, evitando cualquier tipo de accidente durante la algarabía.
Además del atractivo de las piñatas, la entrega de los aguinaldos es uno de los momentos más esperados de la noche. Estos paquetes, elaborados cuidadosamente con dulces y fruta de temporada, se reparten entre todos los asistentes como un gesto de generosidad y comunidad. Karina, una de las colaboradoras constantes del templo, destaca que la afluencia de personas crece notablemente conforme avanza la novena, lo que demuestra el vigor de esta tradición en la ciudad.
Un referente de identidad en el corazón del estado
El alcance de esta celebración trasciende las calles aledañas al templo. Vecinos de gran arraigo, como Don Luis, señalan que es común ver a personas que se desplazan desde zonas distantes, como el Cerro del Cuarto, solo para ser parte de la atmósfera única de este recinto. Esto confirma que el Templo de la Compañía es un verdadero referente de las tradiciones locales, donde el sentido de pertenencia se manifiesta en cada oración y cada canto compartido.
Al finalizar la convivencia, queda de manifiesto que la dedicación de la parroquia y sus fieles mantiene viva la llama de la Navidad. Las posadas en Guanajuato Capital no son solo un evento social, sino un testimonio vivo de una cultura que se niega a desaparecer, consolidando a La Compañía como el corazón de las fiestas tradicionales en la capital guanajuatense.
Fuente Am
