Más de 56 mil animales y plantas decomisados entre...
mayo 1, 2025
Más de 56 mil animales y plantas decomisados entre 2018 y 2024 revelan la magnitud del tráfico de especies en el corazón del Valle de México.
En el corazón de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), una batalla invisible se libra contra el tráfico de especies silvestres. Desde 2018 hasta 2024, las autoridades ambientales registraron 3 mil 308 decomisos, una cifra que subraya la persistencia y la escala de este comercio ilegal de fauna y flora. A través de solicitudes de transparencia, EMEEQUIS obtuvo datos que revelan la recuperación de 56 mil 790 especímenes durante este periodo, abarcando desde pequeños reptiles hasta grandes mamíferos, aves protegidas, plantas endémicas e incluso especies marinas. Este volumen de decomisos expone un ecosistema amenazado y una red criminal con una operatividad alarmante. Un punto crítico se alcanzó el 5 de octubre de 2020, cuando en la alcaldía Venustiano Carranza se incautaron 9 mil 929 ejemplares, incluyendo especies poco comunes como la tortuga pecho quebrado labios blancos y la tortuga casquito. Ese mismo día, en la misma demarcación, se aseguraron otras 4 mil 216 tortugas almizcleras chopontil, lo que sugiere que la zona funcionaba como un centro de acopio para el comercio ilegal. En menos de 24 horas, se decomisaron más de 14 mil animales, ilustrando la alta demanda y la capacidad de almacenamiento y movimiento de estas redes.
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El tráfico de especies no se limita a la fauna. En algún momento de 2018, se decomisaron 4 mil 467 ejemplares de garambullo, una planta endémica del centro y norte de México. Este decomiso masivo indica que la vegetación silvestre también es objeto de una extracción intensiva, representando una faceta menos visible pero igualmente dañina del comercio ilegal de la biodiversidad mexicana. La extracción de especies vegetales puede tener efectos devastadores en los ecosistemas locales, alterando la dinámica de los polinizadores, el ciclo del suelo y las interacciones entre las especies.
El análisis de las cifras de decomisos a lo largo de seis años permite identificar un mapa del tráfico de especies en el Valle de México. El municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México, encabeza la lista con mil 237 decomisos, lo que sugiere una ruta activa de comercio ilegal, posiblemente facilitada por su ubicación cercana a vialidades importantes como el Periférico y la autopista México-Toluca. Le siguen Venustiano Carranza con 345 casos, Xochimilco con 269, Ixtapaluca con 152 y Gustavo A. Madero con 137. Estas cifras señalan áreas críticas para la vigilancia ambiental, donde convergen la marginalidad social, la falta de supervisión institucional y la opacidad de las operaciones de los traficantes.
Entre las especies más afectadas por el tráfico destaca la iguana verde, con 201 decomisos en el periodo. Le siguen el loro frentirro con 84, la tortuga gravada con 82, la iguana espinosa con 75 y la boa constrictor, decomisada en al menos 60 ocasiones. El ajolote, especie emblemática y endémica de los lagos del Valle de México, también ha sido gravemente afectado, con 353 ejemplares decomisados. Los decomisos también han involucrado especies de gran tamaño y exóticas, como cinco lobos marinos encontrados en Venustiano Carranza en 2024 y diez tigres decomisados durante el periodo. La lista continúa con cinco quetzales y 54 monos, incluyendo 21 monos araña, evidenciando que el mercado ilegal opera con especies de alto valor y protección. El municipio de Ixtapaluca destaca por haber registrado 964 ejemplares decomisados, incluyendo el hallazgo de cuatro quetzales en 2022, lo que subraya la capacidad de los traficantes para mover especies protegidas a grandes distancias.
En conjunto, los datos revelan una preocupante radiografía de un problema que persiste en la clandestinidad. Si bien los decomisos permiten dimensionar la magnitud del tráfico de especies, también exponen una cruda realidad: por cada animal o planta asegurado, muchos más nunca son detectados. Las rutas del comercio ilegal de especies en la ZMVM permanecen activas, adaptándose a la vigilancia y aprovechando vacíos legales, posibles complicidades y una creciente demanda nacional e internacional de animales exóticos y plantas raras. La interrogante crucial no es solo cuántas especies más serán traficadas, sino cuántas lograrán sobrevivir a este silencioso saqueo.
Fuente Emeequis